[Misión: Información de la Situación]

Pues nada, abro este tema para los que les apetezca apuntarse a esta misión.

Aquí teneis el link si quereis leer la historia etc: (AVISO: Esta mision es de dificultad normal, también hay una fácil, por si no quereis aventuraros ) https://profecia.activoforo.com/Informacion-de-la-Situacion-h15.htm .

Puede haber hasta cuatro jugadoes, así que venga, ¿quién se apunta?

PARTICIPANTES DE LA MISIÓN (COMPLETO)

- Klau_fantasy
- Keith Braker
- Dashee
- Gerard Dimbaud M

Saludos!

MISION COMPLETA.

((Me uno, pero mi psj va en un principio por libre, ya nos encontraremos en los Marjales. Y, al abrir el post se ha de hacer roleando, no apuntarse de forma off-roleada ^^))

Los rumores se movían al son del viento, en las tabernas grupos de borrachos se contaban a voces lo valientes que eran, y fue así como se enteró de aquello. En un puesto de avanzada del imperio, donde pasaba la noche, a las afueras de Drasnia, oyó discutir a dos Arendianos, de Vo Mimbre, distinguió por su forma tan “peculiar” de hablar. Se creían ambos el guerrero más poderoso de toda Arendia, y del mundo si se ponían.

- Orcos y Drows, si no fuese un ocupado caballero, entretenido en las artes del cortejo hacia mi amada, viesen los marjales el poder de mi espada.

- Sois un presumido, varón. Vuesa espada no ve la luz desde hace años, no sería de extrañar que estuviese tan oxidada como vuestra cadera.

- ¡Que atrevimiento! – gritó uno de ellos con la vena del cuello hinchada y la cara enrojecida, a causa del alcohol, o la rabia. – Mi espada y yo hemos dado caza a innumerables y monstruosas criaturas, que hazañas os atañen a vos, a excepción de vuestro conocido libertinaje.

- Como osáis, varón. Mi estampa es la de un noble caballero, el más aguerrido de Arendia, no hay ser que no se muestre trémulo ante mi. Y si no estuviese ocupado haciéndome cargo de mis dos hijas, raudo aceptaría el encargo de la nación amiga, Drasnia, y la liberaría de su pesar e incertidumbre.

(Un gran ejemplo a seguir, estos Arendianos…)

La joven muchacha de negros cabellos apuró una copa de vino caliente, y salió del puesto tolnedrano, dejó una pequeña bolsa de cuero al hombre que cuidaba los establos y recogió a Aricia, su yegua.

(Los Arendianos son cansinos y… Arendianos, pero cuando escuchas un rumor de boca de un Mimbrano, no suele ser mentira, aunque muchas veces adornan demasiado la verdad)

Ensilló a Aricia y montó en dirección a Drasnia. Una vez en el interior de la ciudad se dirigió al puesto de un mercader Drasniano, con quien había hecho negocios y, ciertamente le caía muy bien. Tenía un humor bastante ácido, y la lengua más avispada que conocía. Bajó de la yegua y la ató en la entrada a la tienda. Tres golpecitos en la puerta, y un hombre de aspecto envejecido, de cuerpo flacucho y alargado, con ojeras y una sonrisa cansada, abrió y la invitó a pasar, con halagos (dignos de cualquier vendedor que quiere captar la atención de una presa)

- Oh, bienvenida a mi humilde (nada humilde en realidad) tienda, joven Dashee… He de avisaros de una carga de perfumes Rivanos que me llegaron hace no mucho, una delicia, una dama de su talla no debe dejar escapar esta oportunidad. – Los ojos le brillaban, y su nariz parecía moverse como si tuviera vida propia.

- Claro, prestaré atención a esos perfumes más tarde… Ahora necesito que me confirmes un rumor… He oído que se busca gente que se atreva a internarse en los marjales e investigue una incursión Orca, y Drow…

- Ah… que atenta sois mi señora… Pues si, uno de mis agentes (Todo Drasniano tenía agentes, y más si era un comerciante) me puso al tanto de la situación antes de que llegara a extenderse el rumor… Y me tiene muy contrariado. Los marjales no me importan… No hay clientela ahí. Pero menos me gustan esos delincuentes… Pueden espantar a la clientela…

Los ojos del hombrecillo viajaron un momento por el sinuoso cuerpo de la chica y luego dio una palma, a la vez que llamaba a su chambelán, y le hacía servir un par de copas de vino.

- Bebed… sentémonos y conversemos adecuadamente.

La joven se sentó en una butaca recubierta de piel, a tratar el asunto con aquel comerciante, pero sin quitarle ojo de encima. No se fiaba de él, por que él no se fiaba de ella, era un juego… Y haberse fiado ciegamente podría ser interpretado como un insulto para ese hombre de negocios, que después de todo, era Drasniano.

- Tengo pensado hacer un “servicio” a la comunidad Drasniana… Siempre que tenga retribuciones… - El hombre asintió con la cabeza y destapó uno de los frascos de perfume Rivano.

- Un olor esquicio, verdad. – La muchacha asintió con un leve movimiento de la cabeza y señaló otro frasco con una mano.

- Oh, pero mi señora… no es un perfume cualquiera… son muy caros…

- Mi querido Arset, lo se. Y vos sabéis lo duros que son los marjales… Añadidle a eso la posibilidad de que ahora se hallen infestos de bandidos. Acaso no os trae ninguna consideración lo que pueda pasarme – Suspiró con gesto teatral.

- Señora mía, creedme que vuestra perdida sería irremplazable… Pero mi gran amor el dinero, se enfadaría si le fuera infiel…

- Oíros, habláis como un tolnedrano…

- Pero con mi encanto natural – La cortó el Drasniano. Ambos se rieron y apuraron un trago de sus copas de vino.

- Dejando vuestro encanto natural a un lado… Si os parece algo demasiado desorbitado, quizás podáis cambiar uno de esos frascos por una bonita capa de piel de oso. Sabéis lo crudo que es el invierno.

- Me parece más que razonable.

Tras acabar el vino y hablar de banalidades durante un rato, la chica se marchó saludando al comerciante, dejó a Aricia a su cuidado y se dirigió a la salida de la ciudad. Los marjales estaban a apenas unos días de camino, manteniendo un ritmo moderado. Aún no estaba muy segura de que demonios hacía… Todo el mundo sabía que aquello era un laberinto… Y que había que estar loco para adentrarse en los marjales…

Keith se hayaba en la taberna disfrutando de una buena jara del mejor vino que tenia, la cual ya habia pagado, como siempre busca informacion sobre su hermana y los asesinos de su madre, pero como siempre daba palos de ciego, estaba concentrado bebiendo , pero una disputa entre dos guereros, sobre orco y drow, sonaba interesante.Tal vez podria ayudar mientras ejercia su arte en la lucha .

-interesante, hace ya varios dias que no hago nada emcionante

Keith se fijo en una chica que salia, no hizo mucho caso. pero cuando acabo de beber salio de la taberna mientras se ponia su yermo, paso frime y seguro, sonido metalico y cansado, poco a poco sacando informacion ,juntandola, asimilando la informacion.
Seria bueno algo de atcion tendria que ir a los marjales, tendria que buscar a alguien que lo llebase.

Iva a la salida de la ciudad para buscar a alguien que guiase, que le llebase a lugar. pero chocaba contra alguien tirandolo al suelo.Acto seguido , fue ayudar a la persona a levantarse.

-Discurpame, no iva atento

OFF: Es que Dama Eterna tenía que empezar la partida, pero bueno si ya la has empezado tu... Keith, me acoplo contigo!

-Au...- me quejé un poco contrariada y dolorida por el golpe contra la fría piedra.

Rechazando su ayuda me levanté con suavidad y coloqué mi ligera túnica en condiciones. A veces la ropa Nyssiana era un auténtico engorro, para que negarlo.


- Tranquilo, no pasa nada -murmuré sin mirarle si quiera.- Ve con cuidado, hay criaturas muy peligrosas en esta ciudad - advertí, sin pasarme por la cabeza que aquel hombre también podría estar tras la misma pista que yo me esforzaba en seguir.

¿Dónde se ocultarían aquellos orcos y drows que tantos dolores de cabeza estaban dando?
¿Dónde?

Con una breve inclinación de cabeza, bordee al chico y proseguí mi camino sin decir nada más.

(off: weno, el camino hasta los limites de los Marjales, sino es mucho pedir xD lo haceis solitoseh? xD asi que por orden riguroso de posteo (mas de 5 dias permiten a los jugadores a saltarse al que tarde dicho tiempo en contestar) vais avanzando en vuestro viaje hasta los marjales. Recordad que todo lo veo y todo lo valoro xD )

En una calida tarde el joven Gerard se dispuso a entrar una taberna, de reojo observo como unos torpes guerreros chocavan y uno de ellos caia. Podia observarse que la caida era una bonita dama, aunque sin prestar mas atencion a dicho incidente entro en la taberna, al abrir la puerta un espeso humo envolvio al joven...

-Malditos fumadores de opio- Murmuro para si mismo librandose de dicho humo con la diestra.

Lenta y elegantemente se dirijio hacia la barra donde 2 bravos guerreros discutian sobre la valentia de estos.

-Una jarra de leche de vaca de 32 ubres porfavor.

Bravo guerrero: Leche? jajajaja porque no mejor vas con tu mama a que te de el pecho pequeño?-Pronuncio este arrogante. Breves segundos despues de este comentario toda la taberna se echo a reir

Gerard torzio la cabeza y miro al fornido caballero.
- Porque este acto de valentia? Creo que me infravalora... soy mas valiente que usted y que muchos de aqui! -Proclamava el joven a toda la taberna.

Es entonces que se formo un silencio de ultratumba.

Bravo guerrero: Demuestralo pues si tan valiente eres niñito!

-Como quiere que lo demuestre engendro maleducado?- Pronuncio con una sonrisa en el rostro mas esta pronto se borro cuando escucho las palabras de el guerrero.

Bravo guerrero: Ve con esa partida de reconozimiento a los marjales- pronuncio contento mientras aseñalava a la joven que antes vio caer al suelo.

-Q-que?... esta bien! ire si eso demuestra mi valia mas cuando regrese con vida y una muestra de mi viaje... deberas cortarte el cabello y limpiarme los zapatos con el pelo cortado.- El joven no deseava dinero solo humillar a ese tipejo.

Bravo guerrero: Esta bien!-exclamo mui seguro de que el joven no volviera.

Bruscamente el tabernero solto la jarra de leche en la barra.

- Gracias.- Murmuro entre trago y trago.
-Este guerrero dice que me paga la bebida.- susurro al oido del tabernero mientras aseñalava al guerrero de la disputa.

-Bien pues ire a buscar a esos tipos para alistarme en su equipo.- y asi raudo salio de la posada con esperanza de encontrar a estos jovenes.

-Eh chica!-grito esperanzado.

OFF: Guaperas XDDD

Me giré con extraordinaria rapidez mientras deslizaba suavemente la daga del muslo.. por si acaso.

En aquellos tiempos nunca se sabía. Dejé una mano apoyada en la cintura mientras la que sostenía el arma iba a parar detrás de mi espalda, esperando que aquel que me reclamaba no se diera cuenta de este último movimiento.
Nunca se sabe.

Posé los ojos en el joven que había gritado y le examiné con tranquilidad mientras se acercaba. Relajé un poco mi postura.. solo un poco.

Era muy joven.. mucho. Pero en su porte y en su equipo se notaba que no era un niño indefenso, y siempre era mejor no fiarse de las primeras impresiones, así que esperé con calma a que llegara a mi altura.

- Si no te importa, soy Klau -dije con la voz ridículamente dulce que me caracterizaba - ¿Qué deseas?

Corriendo se acerco a la joven cuando le echo un vistazo de arriba a abajo.

-Klau eh? Bien yo soy Gerard. El motivo por el cual te llamava era porque un tonel de grasa de aquella taberna, me dijo que vais a una mision para informar sobre la situacion con los Orcos y Drows, el caso es que me gustaria acompañaros... porfavor, no sere una carga.

Despues del breve discurso del joven observo que la joven estava preparada para protegerse, al parecer era cauta aunque a este, ese acto le desagrado.

-Klau... tranquila no voi a atacarte ni nada por el estilo... claro esta si no me das razones asi que porfavor me sentiria mejor si guardaras lo que veo que sostienes en la mano que escondes en tu espalda.

Esbocé una suave sonrisa. Bueno, estaba muy cerca de mí y se le veía perspicaz.

- Encantada de conocerte Gerard.

Levanté la mano con el arma, y le di una vuelta sobre la palma antes de levantarme el borde de la corta túnica para dejarla en su sitio.

- En el transcurso del camino demostrarás si eres una carga o no... no es que ponga en duda tu palabra, pero debes comprender que no estoy en condiciones de confiar en nadie... y tu tampoco. Puedes acompañarme, hasta que encontremos al resto de la partida. Entonces comprobaremos si eres digno de confianza.

Le sonreí mientras le ofrecía mi mano para que la estrechara.

- Ahora vamonos, hay un largo camino hasta los marjales.

Observo la mano segundos despues de que la estendiera.

-hmm esta bien, vamos pues- Pronuncio al unisono que estrechava su mano y chasqueava los dedos con la otra mano haciendo venir a kebukai, un animal gordo, con morados pelajes y bastante lento.

-Vamos Kebukai-chan!- Exclamo mientras de un brinco caia en sus blandos pelajes.

Segundos despues se tumbo a lomos de este y comenzo a susurrarle cosas al animal mientras este seguia a la bella joven hacia donde debia ir.

-Puedes subir si lo deseas, solo indicame el camino entonces.- Le ofrecio el joven encantado a esta, dibujando una sonrisa en su rostro.

Curiosa me detuve a observar el animal que había aparecido. El primer pensamiento que pasó por mi cabeza fue el de que tardaríamos siglos en llegar encima de esa cosa, pero ciertamente el camino no era fácil y el animal parecía lo bastante resistente como para hacerlo, y si fueramos de pie, tendríamos que parar cada cierto tiempo.

Tras un pequeño instante más de duda, agarré su brazo y de un agil salto monté a lomos del animal. Me tambalee ligeramente y rodee la cintura del muchacho, por si acaso, sin embargo cuando el animal reaunudó la marcha, me di cuenta de que no era necesario, pues el animal era efectivamente, fuerte pero no demasiado veloz, así que más tranquila, me pegé un poco más al chico, y apoyé las manos alejadas del resto del cuerpo, detrás de la espalda para poder observar el cielo.

- Dentro de poco oscurecerá y podremos leer el cielo (guiarnos por las estrellas), por el momento, alejémonos de esta ciudad... por el bosque. prefiero no estar por la noche en lugares al descubierto.

Ladeé la cabezá mirando la espalda de mi acompañante.

- ¿Listo?

-¿Listo?... menuda pregunta...!- y sin añadir palabra alguna se alzo velozmente cuando hizo girar de rumbo al animal para dirijirse al bosque, asi imparable kebukai subio una pequeña y resbaladiza elevacion del terreno para adentrarse entonces al bosque, solamente entrar miles de arboles rodearon a los dos jovenes, arboles enormes a cuales algunos no alcanzava a verseles el "cabello" ondeante al viento que soplava zigzageando entre estos seres expectantes que son los arboles

-Porfavor indique por donde ir, yo complazido le dare la orden a mi querido transporte.

(qe rapidos sois)

Keith estaba estrañado, aunque una leve sonrisa salio de su yermo, como si algo divertido hubiera visto. Se acerco lentamente de nuevo a la chica que estaba montada.

-valla, valla, vais a los marjales, ¿solo vosotro dos?

Se quedo mirando a ambos.

-Necesitareis ayuda, no tengo nada que hacer, y asi me sentire mejor, eso lugares son peligrosos, mas una para un pequeño y una dama-

durnate un pequeño espacio miro al chico al traves del yermo y volvi a sonreir.

- si no os importa os acompañare-

Sonreí al hombre con tranquilidad.

- No nos subestimeis, pero si insistis... ¿Gerard? -le pregunté al chico con una traviesa sonrisa. Ciertamente, dudaba de que la montura pudiese transportarnos a los tres, pero en esta misión un poco de ayuda no nos vendría nada mal.

- Por mi, todo perfecto.

-Por mi bien pero... no le demos mas peso a kebukai, nosotros pesamos poco y vamos poco cargados pero tu... pesas mas que nosotros y esa armadura te da mas peso adquirido, asi que si pudieras ir andando... Tambien podemos ir montado por turnos.- Razono el joven para no tardar mas de lo necesario asi que siguieron el rumbo hacia los marjales.

-¿Cual es su nombre caballero? El mio es Gerard Dimbaud Mart.- Pronuncio orgulloso de si mismo.

- Es bonito -dije metiéndome en la conversación tras los pocos minutos en silencio que llevábamos de viaje.
Intuía que era mejor llevarme bien con los compañeros de la partida, ya que, realmente parecían bastante más temibles que yo.
- Suena importante...-murmuré, aún perdida en mis pensamientos.

Volví a mirar el cielo, intentando ubicar las estrellas, mientras me relajaba en los suaves contoneos del Kebukai al caminar.

Keith hizo una leve revencia.

-Discruparme, mi mala educacion, me podeis llamar Braker, no me importa ir andando , estoy acostubrado a andar, a decir la verda siempre e ido andando a todos los sitios que e ido

Se quito el yermo, para mostra su rotro.

-Entoces decidido, vamos los tres juntos, vamos nos espera una buena caminata-

- Bien.. yo soy Klau. Llamadme así. Pero siento deciros que no estoy de acuerdo con usted en eso de que vaya caminando... siguiendo el plan, iremos por turnos.. el camino no es fácil. -comenté mientras clavaba la mirada en el bosque en el que poco a poco, paso a paso, nos adentrábamos.

------------------------------------------------------------------------------------------------------------
(avanzamos un poco más...que si no nos tiramos toda la vida en el mismo sitio)

El denso follaje de aquella zona ocultaba parcialmente el cielo, pero la clara luz de la luna se filtraba entre las finas hojas que decoraban los viejos árboles del bosque. Sorprendidos por la oscuridad de la noche y unas repentinas nubes que anunciaban mal tiempo (la tormenta me inspira, sí, aquí llueve a cántaros...ay, se lo he dejado a Dama a huevo XDD) y habíamos decidido parar aquella noche. Observé el crepitar del fuego mientras se asaban unos pequeños animalillos que habíamos conseguido cazar. Presa de un súbito escalofrío, me acurruqué un poco más entre la blanca manta que me envolvía.

Una vez sentado en el fuego , Keith saco su bolsa de viaje, metio la mano sacando un trozo de carne seca, mirando a ambos.

-¿cuales es el motivo o motivos para ir alli?-

Pegando un bocado a la carne seca, sabia a golria, masticando poco a poco, saboreando los pequeños placeres que podia permitise, saco su bota de vino y hecho un trago, corto pero placentero, pegando su suspiro.

-Valla, esas nubles parece que traen tormentas, deberiamos buscar algun sitio , para evitar posible sospresa-

Acurrucado entre el denso pelaje de Kebukai escucho la pregunta del caballero:

-Pues... mis motivos...simplemente entrenar un poco.- Razono eljoven escondiendo su verdadero pensar, ya que anunciar que estava embarcado en esa mision por una apuesta sin premeditar en un bar seria mostrar su poca capacidad de reflexion.

Con un extraño movimiento se adentro mas en los pelajes de este como si no tuvieran fondo alguno.

-Y ustedes? porque se vieron involucrados en esto?

- Debemos recopilar información sobre los enemigos que se han llegado a estas tierras... Puede ser peligroso, además no tenemos ni idea de donde se encuentra su escondrijo... Además es una buena forma de entrenar y buscar más pistas... o al menos ese es mi motivo.

Suspiré con dramatismo para arrancarles una sonrisa y cogí un trozo de carne para llevarmelo a la boca mientras me abrigaba mas con las mantas.

- Bueno, un poco de lluvia no es mucho.. mientras la tormenta no empeore no creo que nos ocurra nada. De todas maneras aún tenemos que reunirnos con otro compañero en los marjales, asi que mañana tendremos que hacer descansos más breves. ¿Cómo organizamos las guardias?

Keith miro a ambos y se quedo callado, pensativo.

-Bueno , yo me ofreco para hacer el primer turno de guardia-

Keith se puso de pie mirando a los arededores , con una sonrisa en la cara se dirio a ambos de nuevo.

-Mis motivos son simple, ayudar-

Todo esta en calma, solo se escuchaba el sonido de los aves a alli se encontraba, algun otro animalillo que se encontraba por aquella zona.

Keith miro estrañado a Klau.

-¿A que compañeros te refieres?-

- Según tengo entendido, debemos encontrarnos con otra chica, que se unirá a la misón... no sé si ella lo sabrá, pero es un rumos que e oído, por lo tanto, como esa chica no soy yo, es que hay otra. Por eso tenemos que darnos prisa en llegar a los marjales, tal vez ella ya está allí. Cuando llegemos, esperaremos un tiempo prudencial, y si no está, comenzaremos con el verdadero objertivo de la misión, la búsqueda del escondrijo de nuestros enemigos y el posterior informe de la situación- murmuré todos mis planes mientras jugeteaba con un pequeño collar que me rodeaba el cuello, una fina cadena de plata en la que había sujeta una pequeña figura de cristal con un lobo esculpido.

- Si teneis alguna sugerencia podeis decírmela -comenté. Me sentía incómoda en aquella posición dominante, de marcar el rumbo, las paradas, los planes...- todas son válidas si nos sirve para cumplir la misión. - Fijé la mirada en el cielo, intentando buscar una luna que quedaba semioculta entre los altos árboles. - Yo haré la segunda guardia entonces - dije con una sonrisa hacia Keith- cuando quieras descansar avísame ¿vale?

Me levanté con delicadeza y avancé hasta un árbol, que debido a la falta de luz, tenía el tronco parcialmente cubierto de musgo.

Me abrazé más a las mantas y me apoyé sobre la corteza del árbol y me tumbé en el frío suelo.
Mientras cerré los ojos, descansando la vista, pero sin dormir, en ese estado existente entre el sueño y la vigilia.

-Estoi de acuerdo con el turno que me toca- El joven no era tonto, si no calculavan bien, a el le tocaria la dormir mas rato en la noche y rendiria mejor en la mision.

-Sera mejor nos dejemos de charlas y durmamos.-Pronuncio en un bajo tono casi deprimente deseando que las luzes del sol recien levantado acariciaran la piel de su cara.

Y asi junto con movimientos extraños a sus alrededores y animales revoloteando cerca de ellos consigio conciliar el sueño.

Soriendo empezo a dar vueltas alrededor del campamento, todo tranquilo, fue inteligente, eligio el primer turno por que asi dormiria de un tiron lo que le quedase de noche, el tiempo pasaba y no ocuria nada, cuando un sonido atrajo su mirada , era en una rama un buo de pelaje blanco estaba alli, pero no preseguia nada, su mirada se diria a keith y a los otros acompañantes , era como si lo estubiese obserbando, keith miro a buo y durante unos segundo sus miradas se cruzaron , su mirada azul claro , como el cielo , le sonaba , pero no se acvordaba de que era , poco a poco a poco su truno pasaba y el buo alli, inmovil como si de una estatua fuese. Kieth sonrio y esperaba que Klau se despetase, sino seguiria haciendo su truno.