Miles de fantasmas que pueblan su tierra. Estos rodean a aquellos que fijan su mirada en el oro de su tierra y aparecen tal y como los tolnedranos les mataron. Mujeres desnudas con una herida en el abdomen que la abren para mostrar su interior, cadáveres que andan con la cabeza en las manos gritando y enseñándola...
El dios Mara vaga por las ruinas de la ciudad de Mar Amon en un llanto sin consuelo, odiando a los hijos de Nedra y asegurándose que los fantasmas de su pueblo atormentan a todo aquel que entra en el desolado reino, sea o no en busca del oro que llevó a la muerte a los suyos.
Es un monasterio de monjes consagrados a pedir perdón por el pecado de sus hermanos. Realizan ritos y profesiones por los alrededores, murmurando cánticos fúnebres y lúgubres con el fin de exorcizar la tierra antiguamente poblada región.