Odisea en Cherek

*La "Ultima Posada" se en las afueras de Cherek, en una callejuela sin nada interesante, alejada un poco de todo. El edifio no es nada especial, es mas, su aspecto, pobre y algo sucio, no llama la atencion en absoluto, y mucho menos invita a cualquier viajero que se precie a entrar en el interior del local. Sin embargo, y por esos caprichos de la vida y la fortuna, su reputacion la precede.*

*Grandes juergas, comentadas incluso durante semanas por los habitantes de la enorme ciudad, comañia, tanto masculina como femenina y un sinfin de bebidas a cada cual mas picante la hacen merecer la pena. De ahi que los viajeros sean algo habitual, casi constante. Aziza, gustandole tanto como le gusta el viajar, se ha desplazado desde nada mas y nada menos que Nyissa para comprobar la veracidad de los rumores...*

*Ya anochecia, y esque lejos de temerle a las sombras, Aziza habia esperado deliberadamente a acudir al local por esas horas tardias, esperando que el ambiente estuviera en su punto mas algido o al menos pronto lo estuviera. Al entrar no se sorprendio en exceso al ver que quien regentaba el local era un enano, bardudo y con el ceño fruncido. Aunque desde la entrada no lo veia, probablemente estuviera subido a un taburete para que su cabeza, de gran tamaño, sobresaliese por encima de la barra. Taburetes de aspecto robusto formaban una linea casi apralela hasta el final de la barra, que terminaba donde lo hacia el local. Aziza comprobo con una sonrisa picara en los labios que no habia puerta trasera. Aziza, con una media sonrisa en los labios, agito su larga melena azabache con gesto distraido.*

*Sus ojos, de un color extraño mezcla de verde y dorado, se pasearon por toda la estancia. Mesas circulares se distribuian sin orden por doquier en la amplia estancia, que al margen de las correspondientes sillas, no poseia nada mas. Algun que otro candelabro de aspecto viejo, oxidados todos ellos, tintineaban en las paredes, proporcionando un poco de luz. De esta forma el local, si bien no estaba a oscuras ni mucho menos, mantenia un ambiente de baja iluminacion. Aziza penso con diversion que tal vez el local estuviera poco iluminado para que no molestase a la vista a los borrachos.*

*Si bien el sitio no estaba lleno, ya se encontraban en el mismo una serie de clientes. para sorpresa de Aziza entre ellos habia muy pocos que no conociera. En una mesa, algo apartados de los demas, un pequeño grupo de enanos. Aziza sabia sus nombres, pues habia compartido caravana cno ellos en un viaje que atraveso Tolnedra el verano pasado. Hain, Fali, Gror y Nari, del clan Puño de Hierro. A juzgar por el saco que guardan celosamente bajo la mesa, han estado comerciando o esas son sus intenciones para el dia de mañana. Con un rapido movimiento de cabeza Aziza los saluda, sin embargo, decide no sentarse con ellos. No tienen buen beber... *

*En otra mesa se encuentran tres hombres. El primero, es un tipo enorme que rie ruidosamente y el cual no conoce. A la vista resalta que ya va pasado de copas. Su compañero, es todo lo opuesto. Un hombre menudo con cara de huron que mira a un lado y a otro antes de echarse a reir el tambien. Finalmente se encuentra acompañando a la extraña pareja nada mas y nada menos que Londar, "E Hermoso". Aziza entiende ahora porque los otros dos hombres se rien. Londar es un individuo que asegura ser un honrado mercader. Sin embargo, es un vividor de dudosa reputacion, cuyas historias y aventuras consiguen como minimo que pases un buen rato. Aziza decide pegar la oreja un rato, al tiempo que avanza hacia la barra.*

Londar: ¡Lo digo en serio, escape por hazar de los dioses! Sino hubiese escapado de Arendia a tiempo, ese noble mimbrano me hubiese intentado matar. ¡Yo que culpa tengo de que su mujer no este contenta con él en el ambito marital! Solo queria ayudar...¿Tu me comprendes, verdad amigo Deorg?

*El hombre ya borracho y de enorme tamaño parecia ser el que se llamaba Dearog. El otro desconocido, como pudo rapidamente averiguar siguiendo la conversacion se llamaba Findawel, y era mercader. Vendia vino. De ahi que Deorg estuviese ya algo alegre de mas...*

*Una vez en la barra, Aziza pidio un vaso de vino aromatizado con alguna que otra hierba para darle un mejor sabor. A pocos metros de ella se encontraba una mujer, por su vestido ajustado y las miradas que recibia del sector masculino, algo ligera de cascos. A su lado estaba Greep Grumm, por supuesto, tambien borracho. Segun pudo averiguar acerca de la posada (siempre viene bien ir preparada y ser conocedora del sitio nuevoa conocer) era un primo lejano del dueño enano dueño de la posada, Bree Grumm.*

*La unica compañia que la joven juzgo de su agrado al primer vistazo fue a un hombre joven, con cierto atractivo. Decidio acercarse a el para entrablar conversacion, vaso de vino en mano. ¡Cuan agradable era mantener una conversacion coherente con alguien normal! Al parece, el joven se llama Falen, y es tambien mercader. No le vendria nada mal a Aziza cotillear un poco de como iban las cosas por Nyissa...*

Que mal se la jugaba el destino… Pasar por Cherek es lo último que ella habría deseado… Esas tierras estaban llenas de barbudos gigantescos con afición por la bebida y el descontrol. Además, presumían de no tener a ningún Angarak, vivo al menos, en su reino… Y si, ella era Angarak, por lo tanto, eso era un detalle que no podía pasar por algo… Era inevitable, una desgracia inevitable, tendría que pasar por Cherek, pero cuanto menos tiempo estuviese, y menos llamase la atención, antes saldría de allí… Con todas las extremidades, esperaba.

Se le escapó un suspiro abatida, mientras observaba la costa a lo lejos desde la embarcación en la que llegaba al continente Alorn. No habían hecho preguntas a la hora de embarcarlas dado que había pagado. Y que los marineros estaban lo suficientemente borrachos cuando contrató el viaje que les habría dado igual llevar consigo un Murgo. En pocas horas estaría en la ciudad… Y en pocas horas se haría de noche, iba a necesitar hospedarse en algún lugar. Lo mejor que se le ocurrió fue preguntar a uno de los marineros, que se encontraba en ese momento sacando brillo a la barandilla de proa.

- ¿Una posada? Brr… Déjame pensar… Una buena posada en Cherek… - El hombretón pelirrojo se acarició la barba en actitud pensativa, y al cabo de un rato sonrió a la muchacha. – Te recomiendo la “Ultima Posada” nunca decepciona a nadie… Te será fácil ir… Está a las afueras de Cherek, alejada de casi todo… No hay mucha gente por ahí, y casi todos borrachos, pero si te pierdes a alguien encontrarás…

Se alejó de aquel hombre nuevamente hacia su anterior posición, desde la que observaba la costa acercarse, y meditaba aquello. Una posada en las afueras era justo lo que necesitaba, y si la gente estaba tan borracha como decía… Poco probable era que alguien la reconociera como Nadrak…



Un par de horas más tarde desembarcaba en la costa de Val Alorn, rauda sin demorarse nada más que para ultimar los pagos del viaje y recoger a Aricia de la bodega, con ayuda de dos marineros. Montó con presteza y se dirigió directamente hacia las afueras de la ciudad, siguiendo las indicaciones de uno de los marineros. Por callejuelas sin muchas presencias, hasta llegar a una calle desprovista de interés alguno. Si no se lo hubiesen avisado, no habría creído que el edificio que tenía delante pudiese llegar a ser una posada… Ni siquiera había establo, tuvo que atar a Aricia a una columna de madera del exterior… En que momento había hecho caso a un marinero Cherek…

Se adentró en aquel lugar, arrugando la nariz al instante… Enseguida cubrió lo mejor que pudo su cuerpo con la capa negra que llevaba a la espalda, y es que la ropa Nadrak era demasiado provocativa quizás… Y los borrachos demasiado pesados, en ocasiones… Fue directa a la barra, comportándose con normalidad, como una viajera más que pasaba por allí, cosa que en realidad era, en parte, ella no se consideraba “una más”

- Una jarra de vino tinto, caliente…

Pidió algo de beber en un tono neutro, sin afán de crear conversación alguna con el enano que se encontraba tras la barra. Y mientras el se preocuparía por servir a la clientela, la muchacha giró el rostro por encima de su hombro para observar el local.

“En menuda jaula me he metido…”

Cuanto tiempo hacia que no pisaba su tierra natal desde aquel fatilico dia, aquel dia que jamas olvidara, jamas sew ira de su recuerdo, jamas olvidara aquellos momentos, como siempre estubo andando si sentido , hastas llegar a una taberna, era la taber la cual solia beber antes, esperaba que no hubiese cambiaodo nada.

La puertas se abrieron y dentro de la posada entro un caballero con una armadura de placas que portaba un espadon en la espalda dejando que la viese todo el mundo, los enanos del clan puños de hierro lo viero, y el le hizo un leve saludo, aquellos enanos eran los mejores guereros que habian visto en su vida, sobre todo el lider khengar,puño de hierro, a ese enano le encantaba pelear mas que otra cosa, mas de una vez a luchado codo a codo con el y mas de una vez tambie a luchado con el clan puño de hierro, los enano hicieron un gesto ,era su tipico suludo que le hacia cuando estaban medio boracho.

El local no habia cambiado nada en todo el tiempo que llebaba fuera de la ciudad, se acerco a la bara y se quito en yelmo mostrando su pelo blanco como la nieve poniendo el yelmosobre la bara, hizo un gesto al tabernero, el tabernero y el fuero antiguos amigos, se le acerco y empezaron a hablar, mientras le ponia una cerveza a keith.Empezaron a dialogra de como le iva las cosas, tanto tiempo fuera se habia perdido muchas cosas.

Aunque la taberna estaba llena le dedico unos minutos antes de seguir con sus deberes, al final no cosiguio ninguna informacion sobre su hermana, que mala suerte, bueno seguiria tomandose la cerveza y al fin a cabo le habia invitado a pasar la noche en unas de las habitacion, el quiso pagarla pero es se nego rotundamente diciendo que seria como un regalo dspues de pasar tanto tiempo, pues se alegraba que estaba bien.

*Aquel que respondia por el nombre de Findawel se fijo en los tres recien llegados. Una joven elfa de tamaña belleza, otra joven mas, que si bien no se la veia mucho tras su capa, tambien parecia atractiva, y por ultimo, un caballero de aspecto serio.*

*De un lado de su silla subio a la mesa, con gran esfuerzo, un pellejo de gran tamaño a rebosar de liquido. Con una sonrisa en los labios, se levanto y dirigio hacia el dueño de la posada. ya habia hablado anteriormente con el acerca de vender su vino a la taberna, asegurando que era de excelente calidad. Pero Bree Grumm habia optado por seguir comprando el vino de su proveedor habitual, pues nada sabia de este nuevo mercader. Pero Findawel no es hombre que se rinda con facilidad.*

Findawel: Buen tabernero, por favor, dejadme que avogue una vez mas, por la calidad de mi vino... ¡¡¿Para demostraros que no miento, que os parece si invito a unas rondas a este amable caballero y a las dos gentiles damas que acaban de entrar poco antes que el?!! Si ellos quedan conformes con la calidad del vino, el resto de vuestros clientes tambien lo haran...y podreis ganar una buena cantidad de monedas vendiendolo a buen precio. ¿que me decies eh?

*Bree Grumm se pregunto para si mismo si aceptar o no la oferta y a punto estuvo de declinarla. Pero la ultima puntilla por parte de Findawel, fue una simple pregunta.*

Findawel: No pierdes nada... Ademas, si los tres elegidos no quedan satisfechos, yo te pago las rondas que consuman como si te las hubieran pedido a ti. ¡Asi no perderas nada esta noche ni ninguna otra, al menos, no por mi causa!

Bree: ¡¡Esta bien!! ¡Pero te estare vigilando, no qiero trucos, y ademas, si ellos quedan satisfechos, antes que aceptar tu vino lo probare personalmente!

*Ahora a Findawel solo le faltaba ver si los tres mencionados hasta el momento aceptaban la oferta...Para ello llamo a su compañero Deorg, que cargo con el pesado pellejo de vuelva hasta la mesa, donde se sento de nuevo donde estaba, sonrisa bobalicona en el rostro.*

Findawel: ¿Gustan...señoritas, caballero?

*Con una floritura y una sonrisa encantadora para las damas y algo mas seria para el caballero, invito a estos a sentarse a la mesa.*

*En principio, Aziza no tenia pensado beber con aquellos individuos. Lo cierto esque estaba a gusto donde estaba, con Falen. Pero este ultimo, bostezo con disimulo y sonrio a la joven elfa. Posteriormente se levanto y escusandose como si de un noble se tratara dados sus ezquisitos modales, se retiro a su habitacion. Para ello tan solo tuvo que atravesar una puerta cuay presencia Aziza no habia notado. Se encontraba en frente de la barra, en diagonal a la entrada principal. Debia de dar a algun tipo de vestibulo donde habia unas escaleras, y que por supuesto, daban al piso superior y a las depedencias respectivas de la posada. Interesante.*

*Con una sonrisa, Aziza se levanto ante la invitacion de Findawel. ya que su compañero de la velada actual habia decido marcharse a dormir, ella desde luego, era en lo ultimo que pensaba. Cogio su vaso de vino y vacio lo que quedaba de su contenido de un trago. Si habia que probar y adeams era gratis, ¿cual era el problema? Ademas, incluso le hacia un favor a un pobre mercader... ¡Ah, la dura vida del comerciante!*

*Ademas, aquel caballero cuyo nombre no conocia era atractivo. Y seguro que la muchacha era buena conversadora. De todas formas, Londar era aun mas atractivo, de ahi el sobrenombre de "El Hermoso", y su verborrea nunca llegaba a su fin. Como minimo amenizaria las horas de tedio que estaban por venir y la joven no tenia sueño...*

Londar: ¡Vamos Aziza! ¡No te hagas de rogar, contare historias nuevas, que aun no hayas oido! ¡Sere educado!

*Era el unico aliciente que la joven elfa necesitaba para terminar de decidirse. Con paso seguro se sento al lado de Londar, dejando a su otro lado un hueco vcio que podrian llenar la joven desconocida o el caballero de la brillante armadura.*

Aziza: De acuerdo. Pero solo porque tu me lo pides... *la sonrisa de Aziza se ensancho y cobro cierto matiz de malicia.* y porque la situacion del benerable mercader Findawel es... algo apremiante...

No había recibido siquiera la jarra de vino caliente por parte de la casa que ya estaban invitándola… ¿Era casualidad?, o los hombres buscaban siempre cualquier excusa para invitar a las señoritas, con la intención segura de emborracharlas y libertinarlas… Fuese como fuese, la palabra gratis tenía su peso en oro… Oro… El oro era algo tan o más fuerte que una espada… El oro, a diferencia del acero, no hacía correr la sangre, la podría, lenta pero irremediablemente… En especial el oro rojo, del cual estaba muy al tanto… Sabía que una bolsa de oro rojo podía, a la larga, someter a un hombre… Pero eran métodos rastreros, que ella nunca utilizaría… ¿O si?

“¿Por qué pienso en oro ahora?”

Se apartó de la barra con un saltito grácil hacia atrás, no sin antes hacerle un gesto al enano para que le alcanzara una copa. Haciendo que la capa ondease un momento, dejando ver todos sus atributos femeninos. En su rostro, la parte que no tapaba la capucha, se pudo ver una perfilada sonrisa. Le encantaba lucir cuerpo de vez en cuanto, después de todo, se sabía hermosa…

- Es usted muy amable… ¿Señor?...

Tomó asiento junto a aquella chica, a quien no tuvo reparos en mirar de arriba abajo, tomando especial cuenta de su belleza. Y reparando en la forma de sus orejas… Una elfa. Nunca había tenido demasiado trato con estas, simplemente, porque no conocía a ninguna lo suficiente… Solo sabía lo que todo el mundo, que eran hermosas, peligrosas y astutas… Al menos eso decían.

- Entonces, si me permitís… A vuestra salud…

Levantó la copa, se la acercó a los labios y se tomó un instante para humedecer sus labios con el líquido rojizo, a la vez que sutilmente pasaba la lengua por estos probándolo…

- Mmm… No está mal, huele bien y, definitivamente tiene una textura bastante suave…

Dio un pequeño sorbo que aguantó en su boca unos segundos, dando ya la prueba definitiva a aquel manjar líquido.

- Cumple las expectativas… - Sentenció con una sonrisa. – Aunque… Los he probado mejores… - Matizó.

Estaba pensativo , el y su mundo, sus pensamiento, pensado en cosa, esa cosa le hacian pensar en otra ,hasta que al final se hacio un lio mental, alguien le saco de su pensamientos,suspuestamente le invitaba a una copa de vino, le miro un poco estrañado ,no solo a el le habia invitado sino a dos damas mas, una de ellas era elfa facil deducion, las oreja puntiaguda la diferenciaba, la otra era otra dama que se cubria el rostro,¿los motivo? a saber por que lo hara.

De un trago tenino de beber la jara de cerveza y se acerco lentamente con el yelmo en la mano derecha, mirando al que lo invitaba.Lo motivo no eran importantes, aunque cualquier persona que lo invita es sospechoso.

-Un placer,no se cuales son tu motivos para invitarme, pero mejor no saberlo, no rechazo una ofreta, aunque dude de su buena fe-

Cojio la copa y esamino el color, luego olio un poco y al final bebio un poco saboreando los diferentes sabores.

-No es de lo mejores , pero tampoco es de lo peores que he provado, es bueno para cualquier taberna que se precie, el color dice mucho y su olor tambien-

Dejo la copa medio llena en la mesa y volvio a su sitio, volviendo a dejar el yelmo en su sitio, su mirada fue a para hacia el tabernero, con un leve movimiento de cabeza afirmo que me merecia la pena.

Casi al instante volvio a empezar a pensar, su odjetivo, los lugares que tenia que ir, tambien, que hacer cuando la encuentra, y que haria con los otros si llegase a encontrarlo, tantas pergunta hacia que estubiese un poco pensativo.

*Findawel se relamio los labios con nerviosismo al ver como una de las damas, la no elfa, posaba el borde de su vaso de vino sobre sus labios. Al ver como bebia un casto sobro del mismo, estiro el cuello todo lo que pudo frotandose las manos, a la espera. Una critica bastante buena teniendo en cuenta que hasta el momento no habia conseguido absolutamente nada por parte de Bree Grumm. ¡Pero desde luego, la joven pudo haberse entusiasmado un poco mas el dichoso vino, no era tanto pedir!*

*Con una sonrisa algo mas confiada, enfoco su mirada en el caballero, que poco a poco se acercaba, yelmo en mano, para hacer su degustacion del mismo vino. la critica fue similar. El mercader se fijo en que el caballero solo habia tomado la mitad de la copa paroximadamente y sintio el panico crecer en su interior.*

Findawel: ¡Oh, solo ha bebido usted la mitad de la copa, señor! ¿Sera acaso que no le ha gustado...? No se preocupe por mis intenciones, tan solo busco un precio justo para mi vino. ¿Y usted señorita, otro sorbo mas? ¡Seguro que el segundo le sabe mucho mejor, y esque de verdad es un vino de calidad!

*Por otro lado la otra joven, la que Londar habia llamado Aziza, la elfa, tampoco habia bebido aun. Rapidamente y con una sonrisa, previo permiso de la dama, le servia com premura y elegancia a un mismo tiempo su vaso del preciado liquido. Animando a la joven a que lo probara tambien y diera su veredicto, en ello podia irle la venta. Ademas, y no contento con eso, hizo amago de servirle un vaso a su compañero Deorg, mas este con una risotada interpuso su mano para impedirlo.*

Deorg: ¡Ah, ni hablar Findawel! ¡El vino es de señoritas, la cerveza es de hombres! Ademas, llevo bebiendo tu vino desde que iniciamos el viaje en Tolnedra... ¡Creo que ya he pasado suficientes penurias!

Findawel: ¡Penurias! ¡Oh, maldito saco de improperios, deberia patearte el...! Ejem...Señoritas, caballero, no hagan caso de mi amigo, hoy esta mas alegre de lo habitual...y tiene un curioso sentido del humor...

*Findawel se sento a la mesa, al lado de su amigo Deorg, de manera que los sentados hasta ahora quedaran, en sentido horario pues las mesas si bien no constituian una circunferencia perfecta eran circulares, Findawel, Deorg, Dashee, Aziza y Londar. Quedaban dos huecos mas libres entre Londar y Findawel, frente a las damas.*

*Aziza sonrio al ver que la otra joven tambien aceptaba la invitacion. Empezaba temer haberse precipitado al haberlo echo ella de primera. En caso de que la joven humana hubiera dicho que no al invitacion, ella hubiera pasado a ser la unica femina del grupo, y eso nunca gustaba a Aziza, sobre todo cuando parte del personal estaba bebido y la otra parte pronto lo estaria.*

*La humana se sento a su lado y ante la mirada que le echo la misma, Aziza sonrio. Pudiera ser que la humana no se fiera de los elfos, y Aziza preferia hacer todo lo posible por hacer olvidar con quienes compartia la mesa la diferencia racial. Tal vez no fuera eso, al fin y al cabo quien regentaba el local era un enano y nadie parecia disgustado. Y esa raza era famosa por su mal genio.*

*Probo el vino y dio su veredicto. Entonces Aziza se dio cuenta de que ella misma no tenia echo el paladar a los vinos humanos...Ella habia sido educada de manera tradicional entre los elfos, como tod una señorita pues su apdre aspiraba a casarla bien. Los vinos elfos eran harto distintos en casi todos los aspectos, si cabe, coincidian en el color y poco mas. ¿Que iba a hacer si ella tambien era preguntada y dada la invitacion lo seria? Pues utilizar su sentido de lo practico: repetir con distintas palabras la opinion de los otros dos.*

*Y esque el joven caballero tambien se acercaba a la mesa. ¡Que interesante, vaya un grupo variopinto! Al ver la armadura Aziza se pregunto si seria Mimbrano o algo asi, uno de esos nobles que viven por y para su honor. Anoto mentalmente la critica del caballero tambien, harto aprecida a la ya dada. De manera que no habia mucho para la imaginacion. El vino era mas bien tirando a malo...*

*Y le toco el turno a ella. Ahora estaban todo sentados a la mesa menos el caballero, que habia vuelto a la barra. La joven Aziza hizo amago de servirse ella misma un vaso, pero Findawel, argumentando su mala educacion al no haberla servido previamente, hizo los honores con una sonrisa de oreja a oreja. Aziza olisqueo el vino tras dejar el vaso justo bajo sus narices y miro de reojo a la joven que tenia al lado. Si ella seguia viva, esque todo iba bien. Ais que con una sonrisa tomo un sorbo considerable, lo retuvo brevemente en la boca, y finalmente trago.*

Aziza: A mi me gusta, y si lo tuvieran en carta, lo pediria.

*Si, no tenia ni idea de vinos, asi que no comentaria su olor, textura y demas, pues no sabria ni por donde empezar. Preferia las cosas claras. No le sabia mal y su paladar la invitaba a tomar u nsegundo sorbo, luego para tratarse de una posada era mas que suficiente. Y con una media sonrisa tomo un segundo sorbo. Ahora tocaba cotillear un poco... Primero, conseguir que el caballero se sentase con ellas de nuevo, su apariencia de hombre recto la tranquilizaria si estuviera con ellas en la mesa, si cabe para contrarrestar la de Deorg...Luego, a preguntar a la joven de su lado. Azzia agito ligeramente la punta de sus orejas, entusiasmada con la idea.*

Aziza: ¿Amable caballero, no os quedareis un rato con nosotros para que podamos disfrutar vuestra compañia?

*Sonrisa impecable y otro sorbo mas del vino. Al final acabaria pidiendo otro vaso. Ahora bien, no sabria a quien pedirselo, si a Findawel o al posadero.*

Aziza: A Londar ya lo conozco, y con respecto a los otros dos caballeros...al menos se sus nombres. ¿Cual es el vuestro...señorita?

*Aziza habia visto bajo la capa de la joven humana sus ropas en el instante que esta dejaba la barra para acercarse a la mesa, y menos de señorita, esas ropas podrian considerarse de cualquier otra indole... De ahi que la ultima palabra fuera pronunciada con cierte deje de diversion.*

Aquel mercader la instó a beber un sorbo más… Bah, ¿qué iba a salir mal de beber vino gratis? No tenía ni idea de vinos… Todo lo que había dicho era inventado, no sabía si aquel era un gran vino o una penuria, tal y como había dicho aquel grandullón, pero implemente… Era vino, vino gratis…

- Tal vez tengáis razón, por eso apuraré el segundo…

Sonrió escuetamente y dio un pequeño sorbo de aquel vino. A su gusto, no sabía mal, por lo que poco después volvió a apurar un sorbo, y otro… Así siguió, hasta que cuando ya casi había acabado la copa, la chica elfa se dirigió a ella, preguntando su nombre y con, algo de rin tintín en la pronunciación de la palabra “señorita” ¿acaso ponía en duda que lo fuese?

- Dashee… No habría sido lo adecuado presentaros antes, ¿Aziza?

Dejó escapar un suspiro, si eso iba a ser lo que le esperara durante toda la noche, beber con una panda de borrachos e intentar pelear a palabras con aquella elfa… Ya podía retirarse a alguna habitación… Claro, para eso haría falta pagar…

Metió una mano por debajo de su capa en una bolsita de cuero, y seguido de un leve tintineo sacó una moneda. Quien se fijara vería que su color era totalmente rojo, como la sangre misma. Comenzó a jugar con ella, pasándosela entre los dedos.

- ¿Y bien? Alguien tendrá algo interesante que decir… ¿No?

Otra vez le ocuria lo mismo, sus pensamiento se volvian a liar, se empe a rascar la cabeza, que lio tenia, otra vez una voz le saco de sus pensamientos,el mismo tipo de antes le decia que si su vino no era bueno.Giro mirandolo serio.

-Acaso no eschuchaste que dije que era un buen vino, o ¿es que sus oidos no eschucharon esas palabras que produje con mi boca?-

Al esuchar la proposicion de aquella dama elfa, la miro, un tanto estrañado, pues se acerco, un lebe movimiento de su capa un poco destrozada del tiempo , su yelmo en la mano izquierda.

-Sera un placer convesar con usted. Antes me presentare, mi nombre es keith Braker, un placer bella dama elfa-

Cojio una silla, la cual sabia que aguntaba su peso, tanto tiempo le habia enselado que las sillas de alli eran las mejore que el habia visto, se sento,mirando alrededor sullo, se sento lejos de la dama elfa, y tambien mantubo las distancia con la otra dama, no queria que lo tomase como u cualquiera, volvio a cojer la copa medio vacia , acabando de beber el vino que contenia.

Al parecer, en esa mesa habia mucha gente, el no pordujo ninguna palabra mas, solo movia la cabeca como si escuchase los comentarios de los demas.

*Mientras los de la mesa socializaban, dicese Aziza, Dashee y ahora el caballero tambien pues se habia decantado finalmente por unirse a la mesa, Deorg miraba con lascivia a la joven de la barra, Selene. ENtre trago y trago la observaba, cada vez con mayor insistencia a pesar de que la joven no le habia dado muestra alguna de interes.*

*Mientras tanto, Findawel no hacia mas que rellenar los vasos de las dos damas cada vez que alguna de ellas terminaba de beber, y esque tanto Aziz como Dashee iban al menos por su segunda copa.*

FindaweL: Cierto, cierto, tinee usted razon, caballero. Entonces, sino le molesta, llenare su vaso nuevamente puesto que ha decidido quedarse con nosotros. Al fin y al cabo gracias a sus gratificantes criticas he recibido mi tan ansiado premio: la vente de mi mercancia. ¡Hoy es un dia glorioso!

*Findawel se puso a cotorrear con Londar, que tambien bebia. En esto, Deorg se puso en pie, tambaleant, y agarro su jarra de cerveza. Con pasos inseguros llego hasta la barra y se apoyo en la misma, justo al lado de la joven, la cual miro al hombre de reojillo. Findawel quedo momentanea y extrañamente callado al observar las acciones de su compañero Deorg. Este, ahora osaba rodear con uno de sus robustos brazo a la joven, que azorada, se debatia intentado quirtarse al hombre pesado que la molestaba.*

Selene: ¡¡Olle tu, sueltame!!

Deorg: Hoy ezzz tu dia de zuet´e preziossssa... te invito a una copa...A loooooo tu mazzz que quierassss...

FindaweL: Oh, vaya...

*Findawel, presto se levanto y en seguida se dirigio al lugar donde Deorg importunaba a la joven. Por supuesto, previamente se habia disculpado con los sentados a la mesa. Londar, fue el primero en advertir lo que se avecinaba, y sabio el, guiño un ojo a Aziza para posteriormente dejar encima de la mesa sus propias monedas. AL hacerlo se fijo en las de Dashee...*

Londar: La situacion esta a punto de ponerse casi tan peliaguda como el futuo del pobre ingenuo que acepte el oro rojo de los murgos...¡Y yo me marcho a dormir a mis aposentos, buenas noches!

*Escurriendo el bulto a una velocidad de vertigo, Londar subio las escaleras tambaleandose ligeramente ahcia un lado y con una media sonrisa en los labios. Minetras tanto, Findawel posaba una mano tranquilizadora en el antebrazo de su enorme amigo, algo que no le gusto mucho a este ultimo...*

Deorg: Eh, zueltame, solo eztoy hablando con...la seññññorita...

*Aunque borracho, seguia conservando su fuerza, luego al poco sacudio el brazo liberandose de la presencia de Findawel. Como este insistio mas de lo prudente, Deorg cogio impulso con un brazo y le solto un manotazo que arrojo a Findawel al suelo, el cual, pequeño en tamaño, se alejo limpiando el suelo a su paso con su trasero varios metros.*

*Por otro lado, Aziza, Keith y Dashee empezaban a sentirse mareados y algo desorientados. Tal vez el vino se les hubiera subido a la cabeza, o no fuera tan bueno como se juzgo en primer momento.*

*Vaya. Los rumores estaban en lo cierto, uno en el local presente pasaba del "nada en particular" a alguna situacion como minimo interesante. La joven al fin daba a conocer su nombre, curioso nombre sono a los oidos de la elfa, mas no hizo comentario alguno. Claro que no puedo reprimir el alzar una ceja a modo de escepticismo al ver el oro rojo del que hacia uso la joven. ¡Era oro murgo, y con muy malas consecuencias para quien lo aceptaba! Las malas lenguas, casi siempre sabedoras de todas estas cosas, aseguraban que producia en quien lo poseia unas irrefrenables ganas de hacerse con mas y con mas, superando toda logica de la avaricia si esque dicho sentimiento tenia alguna.*

Aziza: ¿Oro...rojo? No es muy recomendable su uso, ya sabras lo que cuentan de el...

*Y esque ahora Aziza veia con ojos mas suspicaces a la Dashee. ¿Que hacia una no murgo con semejantes monedas, de donde las sacaria? Habia varias opciones baranjandose en la cada vez mas embotada mente de Aziza. La primera, era que la joven tenia tratos,seguramente no muy honestos, con ese tipo de gentuza que se hacian llamar murgos, el pueblo del perfido Dios Torak...Una mala opcion. Aunque peor opcion era el que la propia Dashee fuera...murga. Mas su aspecto no lo indicaaba asi. Aziza siempre evitaba tener cerca a los individuos de dicha nacionalidad, pues no importaba la raza a la que pertenecieran. *

*Fuera de Murgos era dificil ver mujeres murgas, casi todo lo que se veian eran murgos hombre haciendose pasar por comerciantes, cuando en realidad lo unicod que haciena era recavar informacion que pudiera serles util... Desde luego, Aziza deseaba algo interesante, y por lo pronto, esto le valia...*

Aziza: ¿Algo interesante...?*Aziza se vio obligada a salir de sus cavilaciones. ¿Podia preguntarle por el origen de esas monedas sin ser mortalmente indiscreta? No.* Bueno, siempre puedes contarnos de donde salio esa moneda tan peculiar.

*Con una sonrisa encantadora, Aziza se vio forzada a fiajr la vista en el rostro del a joven. Vaya, el vino humano subia muy rapido a la cabeza, embotando los sentidos. Le costaba centrarse y empezaba a oir todo el ruido habitual del local como un suave murmullo. Se llevo una mano a la siente, y miro el vaso con atencion. Decididamente, a pesar de que Findawel se lo habia llenado nuevamente, no seria juicioso beber mas.*

Aziza: Gracais Findawel...Pero creo que para mi constitucion es suficiente con lo bebida hasta el momento...

Inn: Y al parecer, sea lo que sae lo que haya bebido y en que cantidad tu amigo Deorg, para el tambien es mas que suficiente...

*Aziza observo como este ultimo se levantaba de la mesa. ¡Que opfensa, irse en busca de una dama cuando tiene dos sentadas a su mesa! ¿Acaso no les resultan ellas atractivas? ¡Que descaro! De todas formas, seguramente la elegida en cuestion no piense lo mismo, se ve bastante molesta con respecto a las "atenciones" que Deorg le dedica...*

Aziza: Pobre diabla...

*¡Vaya! Habia hablado en voz alta sin darse cuenta, la cosa iba mal. Casi tan mal como la situacion del pobre Findawel, que ahora estaba en el suelo no muy lejos de la mesa, echo un guiñaò. ¡Vaya con el Deorg, que pesado! Y vaya con decir tantas veces "vaya"...*

Aziza: ¿Alguien tendra que hacer algo antes de que se lie, no?

*Si, eso pensaba Aziza, aunque lo que no tenia claro era porque ella misma se estaba levantando de la mesa. Aun tenai el vaso en la mano y cuando se dio cuenta quiso dejarlo encima de la mesa. Lamentablmente, calculo mal la distancia y el vaso fue a caer en el regazo de la joven Dashee.*

Aziza: Oh, cuanto lo siento,¡ disculpame!

*Con las mejillas sonrojadas, y dada su palidez habitual era notable el cambio de color, Aziza busco algo con que ayudar a limpiar el vino de la cpaa de Dashee. Se pregunto si a alguien mas le habria sentado mal el vino dichoso...tambaleandose Aziza volvio a sentarse donde estaba y se quedo mirando al caballero que tenia en frente. Tal vez el pudiera ahcer algo, ¡al fin y al cabo llevaba armadura!*

El primero en hacer mención a su moneda, a su oro rojo, fue aquel chico tan apuesto, no recordaba su nombre a pesar de que creía que alguien lo había nombrado esa noche. Una sutil sonrisa se formó en sus labios, luego de este, y de su marcha. Aziza hizo igual reparo en su oro. Era increíble como una simple moneda podía atraer tanto la atención… Suerte que no habían Tolnedranos a la vista… Esas bestias matarían a sus madres por un puñado de oro.

- Si, oro rojo. Ya se lo que cuentan de él.

Suspiró, volvió a pasar la moneda por sus dedos ágilmente, y acabó por guardarla otra vez. Había sido algo muy imprudente, estaba llamando mucho la atención. ¿En que momento se había dejado llevar de esa forma? No tenía ni idea pero aquel vino empezaba a afectarle…

- Salió de alguna mina de oro Murgo, seguramente.

Eso era algo que la chica ya podía haber adivinado por si misma, y no iba a decir nada más… No tenía por que contar de donde había sacado el oro, y por qué lo tenía. Además, posiblemente sospechasen aún más al saber que no se sentía atraída por esas monedas, como solía pasar con la mayoría de la gente.

El vino se le subía a la cabeza, o eso pensaba ella. De repente se sentía mareada y acalorada… Ese vino tenía que ser bastante fuerte para dejarla tocada con dos copas… Demasiado fuerte… O quizás otra cosa.

Observó con desprecio como Deorg, aquel hombretón se ponía en pie con torpeza, arrojando la jarra de cerveza, y tambaleante se dirigía hacia la barra. Donde una jovencita trataba ahora de sacárselo de encima… De haber sido ella, Deorg ya tendría alguna parte de su cuerpo como un colador… Pero no era asunto suyo…

Findawell intentó poner en orden a su amigo y solo consiguió un buen manotazo… Quizás la pobre chica tendría que aguantarse, o ser auxiliada por algún valiente caballero, de todas formas, sería mejor que ella empezara a pensar en subir a dormir. Trató de levantarse pero el simple movimiento le hizo rodar la habitación ante sus ojos.

“Algo va mal…”

El frío contacto del líquido con su piel la devolvió un poco a la realidad. Se fijó en Aziza quien, de pie ante ella, acababa de derramar la copa sobre su regazo. Sin importarle ya casi nada, se despojó de la capa usándola para secarse, para su suerte, el cuero de su ropa era impermeable.

- No… No es nada…

Vio como también la chica estaba afectada por el vino… Aquello olía muy mal, pero su cabeza ya no estaba para barajar conspiraciones secretas.

- Creo que el vino me ha dejado atontada…

Estubo pensado sobre el oro rojo, segun lo oido era algo estraño, encima estaba maldito o algo parecido, la gente se mataba por ese oro, estraño, a el no le interesaba aquellas monedas, al menos no era algo agradable.

Le volvia a llenar la copa , otra vez de vino, arqueo la ceja,mirando al que le servia, el mismo, habia que admitid que era bastante hablador , seguramente se dedicaba mucho a estos negocios, lo impirtante era las formas.

-Es un placer comparti estos momento con unas damisela tan bellas-

El tipo grande empezo a molestar a una damisela, que estaba en la barra, le miro de reojo, aquel tipo le propinaba un golpe a su propio compañero, es lo que suele ocuri cuando uno se le va la mano con la bebida.Con lebe moviento se lebanto con cuidado, era estraño pues solo habia bebido una copa, aun siendo de cherek, eso se le habia subido a la cabeza rapidamente, al menos no le afectaba.

-Si me discurpa, alguien debe poner orden-


Se le acerco lentamente al grandullo, mirandolo, no era gran cosa, encima estaba boracho como una cuba, encima golpea su compañero.

-Ya has bebido mucho, vete a dormi la mona y deja a la dama tranquila-

El boracho produjo unas palabras, imposible de entender, pues no se le entendia.Con la mirada seria.

- No me hagas repetirlo-

Mientras le cojia del hombro para separarlo de la chica, de un movimiento , el boracho, golpeo la cara de keith, keith sonrio y escupio al suelo un escupitajo con sangre, cuando fue a darle el segundo golpe, lo paro con la izquierda, apretando hatsa cujir los huesos de la mano, este empezaba a gritar de dolor, hasta que se puso de rodilla, entoces le propociono un fuerte puñetazo con la otra mano en la cara ,dejandolo inconsciente.

Hizo un gesto para que se llebarse al boracho en la habitacion, miro a la dama.

-¿Se encuentra bien?-

Al ver que asistia, volteo y fue a sentarse de nuevo con las dos damas, tocadose la cara, poniendo un gesto de dolor.

-valla, aun estando boracho , golpea fuerte-

Dicho esto sonrio.